Publicado el 18/Jul/2024
En la previa temporada de anime, no cabe duda de que ‘Kimetsu no Yaiba’ fue el centro de atención. Habiendo emitido su ya cuarta temporada, este fenómeno mundial que comenzó en 2019 con su primera temporada y alcanzó su punto máximo con la película ‘Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – The Movie: Mugen Train’ en 2020, sigue siendo un tema candente.
Sin embargo, cuatro años después de su auge inicial, algunos críticos y fans temían que el fervor por ‘Kimetsu no Yaiba’ se hubiera desvanecido. Conocido por su emocionante trama y sus impactantes batallas, la cuarta temporada comenzó con un desafío: recapturar la magia y mantener el interés en una historia que ya todos conocen.
El arco reciente, conocido como ‘Arco del Entrenamiento de los Pilares’, se enfrentó a críticas desde el principio. Sin el enfrentamiento principal con los demonios y con pocas batallas, la temporada arrancó con una recepción mixta. Comentarios de fans en sitios como MyAnimeList (MAL) reflejaban la decepción: “¿Qué estamos viendo exactamente?”, “Como lector del manga, ya sabía el 90% de lo que iba a pasar, pero esperaba algo nuevo”, y “Para el séptimo episodio, ya me sentía aburrido”.
A pesar de la animación detallada y la inclusión de detalles no presentes en el manga, la evaluación de los primeros episodios fue moderada. Sin embargo, todo cambió con el octavo episodio.
El episodio ocho dio un giro inesperado y espectacular a la temporada. La confrontación entre Kagaya Ubuyashiki, el líder de los Cazadores de Demonios, y Muzan Kibutsuji, el líder de los demonios, marcó el inicio de la batalla final en la Fortaleza Infinita. La escena donde Kagaya y su familia sacrifican sus vidas para atrapar a Muzan en una explosión, con flamas que simbolizan la ira de la humanidad, dejó a los espectadores sin aliento.
La animación fue descrita como de una calidad tan alta que incluso aquellos familiarizados con la historia quedaron atrapados en la tensión del momento. Comentarios como “Lloré de alegría y esperanza por ese 10% de sorpresa”, y “Esta temporada no ha sido la mejor, pero este episodio ha elevado mis expectativas para la siguiente”, inundaron las redes sociales y sitios de reseñas.
Este episodio logró un puntaje de 9.9 en IMDb en su mejor momento, un sitio de reseñas que abarca todo tipo de producciones audiovisuales, desde películas de Hollywood hasta series de televisión. Para una serie de anime, alcanzar tal calificación es un logro significativo, especialmente considerando que los episodios anteriores de la temporada se mantuvieron en la franja de los siete puntos.
Los elogios incluyeron términos como “obra maestra”, “un hito en el mundo del anime”, y “esto es lo que realmente se siente una película”. Estas opiniones destacaron no solo la calidad de la animación y la narrativa, sino también el impacto emocional de las escenas clave.
A medida que ‘Kimetsu no Yaiba’ se dirige hacia su clímax, la serie ha demostrado que todavía puede sorprender y emocionar a su audiencia. La espectacular recepción del octavo episodio revitalizó el interés en la serie y estableció un alto nivel de expectativas para la próxima temporada.